Le han dado lo suyo al 'electricista' Santos Cerdán, apenas unas horas después de que su jefe, Pedro Sánchez, le cayera la del pulpo cuando se presentó en el Teatro La Latina para hacerse fotos y tratar de lucir traje en la capilla ardiente de la recién fallecida Concha Velasco.
Menos multitudinaria y ruidosa la murga a Cerdán, porque fue en el Aeropuerto de Barajas y ya rozando las 10 de la noche de este 2 de diciembre de 2023.
El secretario de Organización del PSOE, que llegaba muy orondo de Suiza, tras reunirse con Puigdemont, Turull y Miriam Nogueras, en la primera sesión de negociaciones secretas entre el Gobierno Frankenstein y los golpistas catalanes, fue increpado espontáneamente por varias personas.
Cerdán fue recibido con gritos de '¡desgraciado!' y '¡sinvergüenza!'.
Los periodistas que le esperaban se dirigieron a él y, en ese momento, el revuelo llamó la atención de algunos ciudadanos de a pie, que estaban en la Terminal.
Al darse cuenta de que era Santos Cerdán, sicario de Sánchez en el infame pasteleo con los separatistas, le lanzaron gritos rematados por un sonoro y concluyente: "¡a ver cuándo dejas de jodernos a todos!".
Los abucheos descolocaron al número 3 del PSOE que, contrariado, atendió con gesto muy serio a los periodistas y con visible desgana.
Apenas se paró durante unos segundos y salió corriendo.
Como escribe Luis Ventoso en El Debate: "De todas las acciones erradas que ha cometido y tolerado Sánchez, la peor de largo es la de este sábado en Ginebra. Pero no solo él sale mal parado de esa escena. Por desgracia, hay que reconocer que hemos quedado retratados todos nosotros, los españoles, pues hemos sido incapaces de evitar que el futuro de una nación valiosa y antiquísima, de 48 millones de ciudadanos, se decida en un cuarto oscuro del extranjero, al dictado además de un partido minoritario con solo 392.000 votos en las últimas elecciones (de hecho, el PP logró más apoyos en Cataluña, 469.000, que la formación de Puigdemont)".